Saben en el proceso de crecer únicamente
pensaba que éramos parecidos a nuestros padres en los rasgos físicos, algo muy
superficial, pero ahora que soy madre he notado un comportamiento muy parecido
en mi hija, un comportamiento igual al mío, ella es una mini yo.
Y esto me hace pensar, ¿soy tan
buena persona como para que mi hija me imite? por ello, cada día trato de ser
mejor y no porque quiera ser la mejor mamá y que ella sea impecable en su
comportamiento, todos los seres humanos tenemos fallas que también nos hacen
caracteriscos y sobresalientes, solo que cuando se te despierta el vínculo
materno, solo queremos dar lo mejor sin que nos idealicen.
Ya se vieron Soul la película de Disney, me causo curiosidad el hecho en que antes de venir a la tierra debemos pasar por un proceso de construir nuestra personalidad, cumpliendo con ciertos criterios para poder ser humano, y que finalmente llegamos ya listos es para demostrar quienes somos.
Más allá de lo que realmente desconocemos o
sepamos del antes del nacer; tener la posibilidad de decidir, del libre albedrio,
nos hace transformadores de vidas.
Debo dejar en claro, que he notado que mi hija si nació con su personalidad muy marcada, que tiene gustos que yo nunca manifesté, que hay cosas que realmente le apasionan y a mí no, y eso está bien ahora en mi rol de mamá 100% presente, siento que es mi deber por el amor que nace hacia ella, ser su guía, orientarla sin hostigarla, debo sacar lo mejor de mi para que ella tenga la opción de escoger (inconscientemente) que es lo que se va a llevar de mí.
Por ahora yo soy la responsable de sus cimientos emocionales, espirituales, etc.
Y aunque no lo crean trabajo si hay, y mucho… solo que no
es remunerado y aun es invisible en esta sociedad, el poder transformador de la
persona que se queda en casa es la responsabilidad más relevante, somos quienes
preparamos personitas al mundo, por qué no hacerlo bien y permitirle a la
sociedad seres humanos que estén llenos
de empatía.
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